Pez arquero
Pez arquero
El pez arquero es un género de peces bastante popular en los acuarios. De hecho, en el acuario de Zaragoza podemos encontrarnos con una especie de pez arquero: Toxotes jaculatrix, la más representativa del género. El nombre Toxotes viene del griego y significa ‘arquero’. En la naturaleza se pueden encontrar en manglares y estuarios de Asia y también en partes de Oceanía. Tiene unas brillantes escamas plateadas con bandas negras y un cuerpo alargado, pero no muy grande, normalmente de 20 cm de longitud, aunque pueden alcanzar los 30cm.
Pero su aspecto no es lo más sorprendente de este pez. El pez arquero tiene una curiosa estrategia para cazar a sus presas: escupirles agua. Es capaz de lanzar un preciso chorro de agua a presión que impacta sobre insectos desprevenidos que caen al agua para ser rápidamente devorados.
La evolución les ha brindado una visión en tres dimensiones capaz de calcular distancias con precisión y sus bocas están adaptadas para escupir agua. En el momento del “disparo” el pez forma una especie de cañón usando su lengua y un surco que recorre su boca, permitiéndole cazar presas a 1,5 m de distancia.
Además, son capaces de calcular cómo y dónde va a caer la desdichada presa, así consiguen llegar los primeros y que nadie les pueda robar el suculento festín. Esto lo logran gracias a que pueden modular la fuerza y la velocidad del chorro del agua.
Recientemente se ha comprobado que pueden usar sus dotes de francotirador también dentro del agua, aunque a una distancia menor, pudiendo escupir un chorro a presión sobre el sedimento para descubrir alimento oculto.
Estos peces son además unos estudiantes modelo ya que aprenden a mejorar su técnica a lo largo de su vida. Los ejemplares más jóvenes son al principio inexpertos y a base de aprendizaje consiguen la destreza de los adultos. Sin embargo, no solo los jóvenes aprenden, también los más mayores, que son capaces de aprender a acertar a objetivos en movimiento. Incluso se ha documentado que pueden aprender y mejorar sus disparos tan solo observando a otros peces arquero.
También se ha comprobado que pueden reconocer figuras geométricas o hasta caras humanas, si son entrenados. De hecho, no es raro que los peces arquero escupan a la cara de los cuidadores cuando van a alimentarlos, sin embargo no está demostrado que puedan coger manía al cuidador, aunque mi propia experiencia sugiera lo contrario.
En resumen, el pez arquero es un animal fascinante y las nuevas investigaciones nos demuestran lo poco que sabemos sobre ellos y que, todavía, nos pueden deparar muchas sorpresas en el futuro.
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