Castor

 

Castor

El castor es un roedor semiacuático. Es, de hecho, el segundo mayor roedor del mundo. El género incluye 3 especies: Castor fiber, Castor canadensis y el extinto Castor californicus. Es, junto con el ser humano, una de las 2 especies con la capacidad de modificar o dar forma a la naturaleza.

Los castores son miembros del orden Rodentia, de la familia Castoridae y del género Castor. En este artículo de BIOenciclopedia descubrirás las principales características del castor, sus costumbres, dónde vive y mucho más.

El castor es un animal pequeño, pero aún así tiene el título del roedor más grande en Norteamérica. Sin embargo, las características del castor se refieren a su forma, pelaje y actividad. Posee una capa de pelo de color marrón o marrón negruzco, una cola plana y ancha y unas patas grandes con los dedos palmeados. Su visión es pobre, pero en cambio sus sentidos del oído, olfato y tacto son excelentes. Tiene dientes muy fuertes, de los que sobresalen los 4 incisivos frontales recubiertos con un esmalte naranja. Dado que los utiliza frecuentemente, nunca dejan de crecer a lo largo de su vida.

Cuando el castor nada puede ver bajo el agua gracias a la membrana nictitante que cubre sus ojos, además, los orificios de la nariz y oídos se cierran. Tiene una capa de piel muy gruesa que mantiene su temperatura caliente. El castor euroasiático es menos pesado que su contraparte americana: pesa alrededor de 11-30 kilogramos y mide de 80 a 100 centímetros de longitud de la cabeza a la cola. Castor canadensis mide entre 74 y 90 centímetros de la cabeza a la cola y su peso oscila entre 11 y 32 kilos.

La fama del castor viene de su habilidad para construir diques. Manifiesta su territorialidad poniendo énfasis en la investigación de su terreno y la posterior edificación de presas y madrigueras con barro, trozos de madera, escombros y castóreo, la sustancia secretada por la orina. Vive, se alimenta, se aparea y nidifica en sus dominios. La construcción de sus diques es frenética e invierte mucho tiempo y energía en ello. Por eso, presenta agresividad hacia los intrusos y es probable que, de toparse con alguno, ocurra una especie de enfrentamiento hostil y violento. Incluso existen reportes de agresión hacia seres humanos.

El castor vive en la madriguera junto a su familia, constituida por aproximadamente 10 miembros: la pareja (monógama) y las crías o jóvenes castores. Los padres tienen el rol de protectores y defensores de su familia y territorio, mientras que los pequeños suelen pasar el tiempo jugando. La llegada del invierno no significa hibernación, pues el castor es muy precavido y resguarda corteza y ramitas para pasar los meses duros, además de mantener la nieve a raya por acción de los diques.